martes, 2 de abril de 2019

Autoevaluacion

DESARROLLO DEL PROYECTO                                             EVALUACIÓN PARCIAL
28 de Marzo de 2019                     




Nombre: Aura Ameyalli Fierro Velázquez



1. Lectura y reflexión del libro Walkscapes de Francesco Careri. Lectura y reflexion sobre el texto de Deborde sobre Deriva/ Internacional Situacionista. Comprension de los principales elementos quem integran una deriva.  (0-10)

2. Realizacionde la deriva, descripcion de lo observado, plano del recorrido, material documental obtenido (audio, fotos, video etc,), psicogeografia, conclusiones. (0-20)

3.Asistencia y puntualidad. Retardos. Atencion en clase. Se realizaron 18 sesiones de trabajo de 4 horas c/u y un visita al museo. Independientemente de este aspecto de la evaluacion para acreditar la materia es necesario tener el 80% de asistencia. (0-10) 

4. semblanza- síntesis curricular. Areas de Interes. (0-10)

5. Definicion del proyecto:              (0-30)

-Descripcion del proyecto, con metas, alcances y productos obtenidos
-Principales conceptos
-Tecnicas y tecnologias empleadas

6. Avances. Se presentaron avances del proyecto, ya sea en forma de prototipo, story board, maqueta, etc. (0-20)







total de puntos de evaluacion =

100 puntos = 10

lunes, 1 de abril de 2019

deriva 2




Deriva II

Luego de una breve discusión con mi madre me encerré como de costumbre en mi habitación a reflexionar sobre lo ocurrido, al paso de unos minutos comencé a dar vueltas por mi cuarto hasta que mire cierto libro con la nostalgia histórica de costumbre, lo tomé y leí el último párrafo, ese donde el autor me recuerda que "un olvido no se le niega a nadie", pronto salí de mi casa y comencé el camino directo a la nada, la correa de mi bolsa me atravesaba el pecho, mis llaves, un poco de dinero, mi cámara ,una pluma y mi clásica libreta que no puede dejar de acompañarme. <<Un helado doble de nuez y piñón en cono>> le dije a la de los helados mientras pensaba en mi padre y su genética desafortunada por la diabetes. Pagué veintiocho pesos y entré al metro.
Calculé que pasarían dos metros para poder abordar. Atiborrada batallé con decenas de mexicanos que como yo, se retorcían con la esperanza de llegar a cualquier destino. Tan pronto adopte la forma para embonar en la multitud, comencé a sentir un dolor en la parte baja de la espalda, mi compañera desde hace cuatro años. "Tuuuu", "Clak", la puerta se cerró y la primera gota de sudor rodó por mi frente.
Viaje unas cinco estaciones, transbordé y repetí la rutina de pegarme como muegano a otro tanto de personas, recordando diversos conatos de pelea y momentos incómodos que hasta ese momento habían pasado durante muchos viajes en el transporte publico aferrándome a mi bolsa viajé otras 8 estaciones hasta que <<¿va a bajar en la que sigue?>> y abriéndome paso sentí un viento sanador al descender de uno de los tantos convoyes naranjas que tiene el Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano. 
Decidida al lugar donde iba, caminé, me dolían los pies, aún con el dolor de espalda seguí mi ruta.
Ahí estaba yo, en el patio central de un edificio viejo que apenas y se sostiene en pie. <<¿El taller de creación literaria? Pregunté en la recepción, de costumbre, simplemente de pretexto para poder permanecer sentada en aquella conocida banca de madera que alguna vez cargó mi peso junto al de otra persona. En la melancolía de mi cabeza poco se distinguía el armónico ambiente universitario perfecto para relajarme, pero no estaba de ánimos, hace cuatro años que dejé de ver esa institución como escuela, ahora simplemente es una zona que contiene parte de mis olvidos, parte de mis memorias. De pronto me sentí en esa jaula de la melancolía de la que habla Roger Bartra, esa caja que encierra al mexicano por la nostalgia histórica de su pasado. 
Esa tarde sin darme cuenta mis tres estructuras mentales, esas que Freud determinó como ello, yo y superyó, estaban ocupadas poniéndose de acuerdo. 
Comencé a caminar nuevamente hasta que llegué a una serie de puntos que lo único que tenían en común era que todos los espacios que recorrí contenían un objeto simbólico para mí, pronto recordé que el inconsciente trabaja mediante códigos, te da un lenguaje impuro, este puede pasar desapercibido en el consciente. 

Posterior al viaje recordé un texto: 

Yo mismo temo a veces
que nada haya existido,
que mi memoria mienta,
que cada vez y siempre
-puesto que yo he cambiado-
cambie lo que he perdido.
Líber Falco

Olvidos texto
El olvido es territorio inmenso donde las cosas mueren por segunda vez y tan silenciosamente que ni siquiera nos dejan en situación de duelo. Porque no es que se borren poco a poco ni que dejen ahí su cadáver- esa escandalosa constancia del hecho de que han muerto- si no que un día uno se despierta sin ellas y no lo nota ni se vuelve a acordar de que estuvieron. 
el olvido es la experiencia más común y corriente que tenemos para entender a nada. Es fascinante que haya sucesos que desaparecen tan completamente de nuestra memoria que ni siquiera notamos su ausencia. A mí, descubrir eso huecos en la trama- supuestamente continua- de mi vida me da escalofríos: porque hay días, hay meses, hay años enteros de los que no recuerdo nada; caras que vi, amigos que tuve, libros que leí y que desaparecieron sin que me diera cuenta.
Hay muchas cases de olvido; hay incluso los que son involuntarios. Yo no quiero perder todos mis olvidos, pues supongo que en su obra fueron y, aunque ya no me acuerdo, deben de haber sido importantes. Si Odiseo fue al Hades  para preguntar por la ruta que lo conduciría a Itac, por que no habría de viajar yo a la nada para recuperar si quiera siete de mis olvidos.